domingo, 6 de septiembre de 2015
Yo veo fea nuestra plaza con esa bandera de la impunidad, aunque con el verde de la esperanza de ver algún día levantada la fachada del edificio que debería estar ocupando el solar, que hasta puede ser insalubre dado el estado de abandono que muestra.
La dejadez individual se une a la dejadez institucional. Nuestros gestores municipales, en nuestra opinión, han de imponer a los jardineros que siembren en esos maceteros, que no están de adorno, los cuiden, los mimen y den prestancia al centro geográfico de nuestro que no deja de retratarnos ante los viandantes que atraviesan nuestra plaza.
Y a los jardineros, un ruego: Echadle buena voluntad y poned en pueblo bonito.
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