sábado, 19 de diciembre de 2015

Elecciones 2015.

En 1978, tras la Restauración de la democracia demolida en 1936-39, se instaura de nuevo el régimen en el “que el poder emana del pueblo” (Art. 1.2) que expresa su pluralismo político por medio de los “partidos que concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política”  (Art. 6). 
Tras vivir el tiempo de adaptación (la llamada Transición) a las restauradas formas de convivencia, liderado por Suárez, entramos en un modelo político en el que el bipartidimo del “viejo turnismo”  en versión siglo XX, PP-PSOE, parece ser de nuevo el mejor instrumento para gobernar con formato democrático.
Felipe González, luego “Sr. X”  y el “chulito”[1] José María Aznar son las dos cabezas que dan visibilidad a sus respectivas opciones: cerradas a intromisiones externas, con militantes que si “se mueven no salen en la foto” (Alfonso Guerra), dirección autoritaria, con gran capacidad de fagocitar a los partidos  de sus extrarradios (PSP, PSOEh, AS,…, por la izquierda; AP, DC,…,por la derecha), sin grietas por donde pudieran aparecer partidos “insurgentes” .
A Felipe le sucede el “encasillado” Almunia, pese a haber perdido las “primarias” del PSOE (24.04.1998) frente a Borrell (55 % de votos a su favor), quien tuvo que dimitir en favor del primero al ser repudiado por la “nomenklatura” del partido.



El Partido empieza a agrietarse. Almunia perdió las elecciones generales del 12.03.2000 al obtener sólo el 34 % de los votos que le dieron sólo 125 diputados al PSOE.
            Y Almunia dimite. Y el luego “contador de nubes”[2], José Luis Rodríguez Zapatero, ZP, se alza con la Secretaría general del PSOE,  22 de julio de 2000, por 414 apoyos, sólo 9 más que José Bono. Aparentemente, solo aparentemente, se cierran algunas de las rendijas producidas por las  discrepancias entre los “barones”  y el vacío de liderazgo del PSOE
            Es aupado a la Presidencia del gobierno en las elecciones del domingo 9 de marzo de 2008 por 177 escaños las izquierdas-173, las derechas. Convoca nuevas elecciones generales para el 20.11.2011, que encabezará Alfredo Pérez Rubalcaba  que obtiene el peor resultado electoral del PSOE desde la Restauración democrática.
            Rubalcaba dimite, pues, y el 13 de julio de 2014 los socialistas eligen a Pedro Sánchez Pérez-Castejón como nuevo Secretario general, a ver si con él salen de la grave crisis que les afecta y se renueva el partido.
            Por la derecha, Aznar y su PP ganan las elecciones de 1996, aunque sin mayoría absoluta. Sin embargo, como el pueblo parecía percibir que “España va bien”, le renovó la confianza en la siguiente legislatura, 2000-2004, con 183 escaños. Mete a España en la guerra de Irak pese a la oposición popular: más de tres millones de personas corearon el “¡No a la guerra¡” en una oleada de protesta contra las decisiones gubernamentales inédita en la Historia de España[3] y el 11 de marzo de 2004, España sufre el mayor atentado terrorista de su historia con 191 muertos y más de 1.500 heridos. El equivocado tratamiento de este hecho permitió a Rubalcaba expandir la idea de que “los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta”, con tanto éxito que el PSOE ganó las elecciones del 14 de marzo.
Tras sus ocho años de mandato, Aznar designa a su “hombre fiel”, Mariano Rajoy, como su sucesor. Y éste gana las elecciones del 2011.
Pero ahora no todo es igual. Los líderes no arrastran; el bipartidismo se debilita, y, como las ideas no mueren, resurgen en estos tiempos de crisis moral, de recortes sociolaborales, de EREs y otras corrupciones, de aprovechados y pícaros de la política…
Y, en consecuencia, el bipartidismo entra en crisis y asoman la cabeza unos partidos “insurgentes”[4] que quieren que la “nueva política”[5] de los “nacidos en democracia”  (Albert Rivera, de Cs.) sustituya a los que “tienen mochila”; que, con su asamblearismo-Círculos, combaten a la “casta (PSOE, PP, que) quiere mantener un sistema que nos lleva al desastre” (Pablo Iglesias, PODEMOS, lunes 25.05.2014); que consiguen aprobar en el Parlamento catalán una “Resolución que declara solemnemente el proceso de creación del Estado catalán independiente en forma de república” (72 diputados de Junts pel Si  y la CUP. Butlletí Oficial del Parlament de Catalunya, Núm. 7, 09.11.2015).
Así, pues, a propósito de las elecciones generales del 20 diciembre 2015, se escuchan una y otra vez propuestas para la reforma constitucional para una España federal (PSOE), eliminación del Senado (Cs.), convocatoria de Cortes Constituyentes (PODEMOS), pacto por la independencia de Cataluña (Democracia, Libertad y Catalunya, de Artur Mas). Sólo el PP mantiene que es innecesario tocar la Constitución, habiendo tantos problemas que resolver: “Mejor dejar las cosas como están”, dice el Presidente Rajoy.
Se percibe, pues, que, con la excepción del PP, la demanda de reforma constitucional parece que va a articular a todos los grupos, por muchas diferencias ideológicas que parezcan haber entre el centro derecha de Cs, la socialdemocracia del PSOE, el anticapitalismo de PODEMOS, el liberalismo de Convergencia Democrática de Cataluña y sus Junts pel sí aliados coyunturalmente con los de extrema izquierda de la Candidatura d´Unitat Popular (CUP), los soberanistas de Bildu, los comunistas de Unidad Popular/IU y otros grupos más o menos integrados en el sistema.
La debilidad del turnismo y sus líderes (Pedro Sánchez y Rajoy) ¿permitirá el acceso al Congreso de los partidos “insurgentes”, imponiéndose la heterogeneidad?
Las elecciones, según el sondeo del CIS[6], otorgan la mayoría no suficiente al PP 8120-128 escaños), seguido del PSOE (77-89), Ciudadanos (63-66), PODEMOS (45-49), Convergencia-Democracia i Libertat (9), ERC (7), Bildu (6-7),  PNV (5), IU (3-4) y CC (1).
La campaña electoral, no obstante, se vive como siempre, con continuas descalificaciones de unos y otros; con zancadillas a los más débiles[7]; haciendo promesas que luego “no cumplirán”, que decía el viejo profesor Tierno Galván, ganando así las elecciones porque engañan al pueblo,…nada nuevo bajo el sol, realmente.
Las elecciones darán una Cámara donde los conservadores se opondrán a la Reforma constitucional, tal vez, por  miedo a que se lleve el sistema por delante, que no sería la primera vez; los psocialistas mostrarán su peculiar sensibilidad social y defenderán su modelo de España federal; los centristas “rivereños” practicarán las transversalidad ideológica; los “podemitas” hablarán una y otra vez de ricos y pobres y del “derecho a decidir”; los independentistas aprovecharán el ambón del Congreso para hacer sus proclamas soberanistas al margen de “la indisoluble unidad de la Nación española” (Art. 2) y ¿se abrirá un boquete constitucional tan grande que, para cerrarlo, requiera métodos más expeditivos que los pactos/acuerdos/componendas a que tradicionalmente llegaban el partido gobernante con el partido mayoritario de la oposición (Felipe-Pujol; Aznar-Arzallus,…)?
¿Y la calle? ¿Se convocarán tantos nuevos 15 M hasta el extremo de hacer que esta Restauración muera víctima de su incapacidad para adaptarse a las nuevas exigencias sociales y territoriales de España, año 2015?
Dios no lo quiera.
11.12.2015.




[1] John Carlin: “Factor humano”, El País, 07.12.15, Pág. 7
[2]El mejor destino es el de supervisor de nubes acostado en una hamaca y mirando al cielo”  Ramón Gómez de la Serna.
[3] El Mundo, 15.02.2003.
[4] Así les llama la prensa británica.
[5] “Vieja y nueva política”. Conferencia de Ortega y Gasset, 23 de marzo de 1914, en el Teatro de la Comedia.
[6] El País, 03.12.2015.
[7] IU y UPyD no son invitados al debate del 7-12-2015 entre los 4 grupos políticos con más aceptación en las encuestas.

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